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Por: Sara Andújar

Juan Ramón Martínez Morales, profesor de Sociología de la Universidad de Valencia estuvo en el Master Gestión del Talento el pasado 16 y 17 de diciembre de 2011.

Juan Ramón nos invitó a realizar un viaje a través de la historia y nos sacudió con sus conocimientos para que despertáramos y nos aventurásemos a afrontar los retos de la vida, a soñar, a superarnos, a ser felices,  a hacer felices a aquellos que nos rodean, a tener un equilibrio en la vida y a aportar valor a todo aquello que nos rodea. Nos sedujo para que nos conociésemos a nosotros mismos y analizáramos aquello en 

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lo que somos buenos, si todos somos buenos en algo, tenemos talento, pero para desarrollar el talento lo primero que tenemos que hacer es ser sinceros en nuestro propio autoconocimiento, ver en qué somos buenos, que competencias destacan en nosotros y analizar también en aquello que no somos tan buenos porque viéndonos tal y como somos podemos dar lo mejor de nosotros mismos, nuestra mejor versión. Esto requiere trabajo, requiere voluntad. Voluntad para potenciar  nuestras habilidades y trabajar en nuestras debilidades.

 

Su mensaje fue claro, estamos en una época de crisis, una crisis de valores, estrategias y talentos. No hemos sido capaces de anticiparnos  a los cambios. Si queremos sobrevivir como profesionales, como organización, como sociedad, tenemos que entender que todo fluye y que lo único que es constante es el cambio. Si una sociedad  permanece  indiferente al cambio y  decide no adaptarse a lo nuevo tiende a desaparecer.

 

Nos incitó a descubrirnos a preguntarnos a nosotros mismos, ¿qué es lo que mejor hago?,  ¿qué es lo que quiero hacer?,  ¿cómo lo pongo en marcha?. La solución: estudia el entorno, aprende del mejor del sector en el que trabajes o desees trabajar, nunca es tarde para reinventarse, y deja de lado los límites.  Lucha hasta el último aliento, como la rana, que para salir de un recipiente de nata que la hundía, pataleó con todas sus fuerzas para convertir la nata en mantequilla para salir y regresar a su casa  croando alegremente.  Pero todo no será fácil, en el camino te encontrarás dificultades, te encontrarás a muchos zombis, si a los hombres de gris que dirán que no podrás lograrlo, que no serás capaz, que ya lo intensaste y no te salió.  Aquellos que evitas en el trabajo porque sabes que te van a amargar el día, personas que murieron pero siguen a nuestro alrededor. En tu mano está hacerles caso, acompañarlos o por el contrario ignorarlos.

Y cuando llegues al éxito recuerda en invertir en mejora y remar más fuerte hacia tus objetivos. Y no olvides que todo pasa como el día y la noche, que no hay eventos permanentes.  Acepta las épocas malas y de bonanza como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.

 

El viaje del autoconomiento es fascinante y no tiene límites, te estimula a dejar corazas, miedos e inseguridades por el camino, pudiendo así ofrecer algo más puro, más auténtico, haciéndote ligero para  empezar a volar…

 

Gracias Juan Ramón,  por invitarnos a salir de nuestra zona de confort.

Referencias:

- Déjame que te cuente, de Jorge Bucay.

- Del ataúd a la cometa, de Carlos Andreu.

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