Hablemos de Talento
- Published in Noticias
- Hits: 2281
- Imprimir , Correo electrónico
Por Alicia Bastida
Supongo que todos nos llevamos la definición de talento, aquello de las 3 C(Compromiso, contexto y capacidad). El talento es capacidad porque ha de haber un conocimiento, un “saber”. El talento es compromiso, porque requiere esfuerzo y voluntad para desempeñarlo. Y el talento necesita un contexto para desarrollarse, necesita el lugar y el momento propicios para expresarse. Estas son las tres patas de la mesa del talento, y cómo 3 que son, si falla una, no tenemos sobre lo que apoyarnos, es decir, si prescindimos de alguna ya no hay talento.
Durante la sesión con Agustín hemos visto que más importante que tener una predisposición genética (que es importante, pero no es necesario para que haya talento) para algo en concreto, es el tesón, la voluntad, aquello que nos mueve hacia el ser excelentes, que nos haces ser decisivos y nos da la posibilidad de elegir, es el deseo de hacer algo lo que nos convierte en personas con talento. Un gran ejemplo lo tenemos con Rafa Nadal. La mayoría sabemos que es un gran jugador de tenis, y que destaca por su izquierda… ¡¡¡pero es diestro!!! Lo único que sabe hacer con la mando izquierda es jugar al tenis, ¿cómo lo consiguió? Con perseverancia y mucha voluntad, y por supuesto, una capacidad.
También me quedo con lo importante que es un buen liderazgo para el talento. Ya sabemos que sólo el 7% de los directivos españoles piensan que cuentan con suficiente talento en su equipo. Seguro que el 93% restante no es que no lo tenga, es que no sabe reconocerlo, y ya ni hablemos de gestionarlo. Es por eso por lo que me parece maravilloso este curso. Considero que somos buscadores de “piedras preciosas”. Buscamos simples piedras que están enterradas, con formas burdas y feas, pero que sabemos que con un pulidito por aquí, una buena talla y trabajadas con unas buenas manos son auténticas joyas!.
Y el talento, es lo mismo que la inteligencia? No. Dentro de los 7 tipos de inteligencia catalogados, sólo cubren un factor del talento, el de la capacidad, pero también es cierto que este factor se puede entrenar con voluntad.
Para terminar, sólo querría dejar plasmada mi conclusión de la sesión (y posiblemente sea la de todos), y es que el talento es la capacidad, con compromiso y en un contexto adecuado. Si alguno de estos tres factores falla, falla el talento. Y la mezcla de estos tres ingredientes han de ir “cocinados” con voluntad, tan necesaria como valiosa.