La crisis de las petroleras dejan sin empleo a 250.000 personas en el mundo
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John Faraguna, presidente para América y gerente de la división Oil & Gas de la cazatalentos Hays, estima que unas 250.000 personas vinculadas a la industria petrolera perdieron su empleo a causa de la crisis de los precios del crudo, ya que las empresas que están ofreciendo empleos, y sus vacantes, se han reducido a la mitad, y que Latinoamérica, África y Oriente Medio son los más afectados.
Los precios se han reducido a la mitad, habiendo descendido actualmente por debajo de los 50 dólares el barril, comparado con los más de 110 dólares registrados a mediados de 2014, principalmente por una oferta excesiva y una demanda mundial debilitada.
Los puestos más afectados han sido los de geofísicos, ya que son los profesionales que más recortes de personal han tenido, por detrás se encuentran los empleados de áreas de producción y administrativas. En el sector se ha registrado un estancamiento en los salarios, habiendo tenido unos años de subidas continuas de estos año tras año, in cluso por encima de la inflación de cada país.
A pesar de estas circunstancias las petroquímicas y las refinerias no han visto afectado su rol en la industria, ya que continúa su trabajo a pesar de la disminución en los precios.
No habrá un comienzo de mejora hasta dentro de 6 a 12 meses, cuando el barril posiblemente alcance los 60 o 70 dólares, lo que supone una maldición para los países que dependen principalmente de los beneficios del crudo para satisfacer sus necesidades sociales.
Como es el caso de Brasil, que debido a a la bajada de precios y a la corrupción de la petrolera nacional Petrobras, ha recibido un gran golpe, o de Venezuela, ya que su gran dependencia a los beneficios petroleros para satisfacer las necesidades sociales del país, ha reduciendo la confianza en el sector significativamente.
Como aspecto positivo Faraguna destaca, que es un buen momento para que las compañías recluten el talento que antes no tenían y que tanta falta les va ha hacer en el futuro cuando la industria se estabilice, con el objetivo de que las empresas petroleras se adecuen al panorama mundial y ajuste sus gastos.